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domingo, 17 de enero de 2010

ENTRAR EN TILT



Para empezar, y aunque es obvio, debo decirlo: el Tilt nos sucede a todos. De hecho, me animo a decir que es una de las palabras o conceptos más temidos en póquer. Pero, ¿qué lo causa? Bien, eso es diferente en cada uno. Click En Leer Mas

Para empezar, y aunque es obvio, debo decirlo: el Tilt nos sucede a todos. De hecho, me animo a decir que es una de las palabras o conceptos más temidos en póquer. Pero, ¿qué lo causa? Bien, eso es diferente en cada uno. Para algunas personas, es una mala racha de cartas o tener mala suerte continuamente mientras tus oponentes ligan los únicos dos o tres outs milagrosos en el river. Para otras, es jugar pobremente por un largo período de tiempo.

Cualquiera sea la causa, la realidad para la mayoría de los jugadores es que una vez que han entrado en Tilt se acabó la partida y su juego sufre. Terminan jugando las cartas equivocadas en la situación equivocada, en el momento equivocado, y perdiendo un montón de fichas. Para algunos jugadores este puede ser el principio de un círculo vicioso que les acaba destruyendo tanto la confianza en sí mismos como el bankroll.

Saber qué causa el Tilt es una cosa, pero la pregunta importante es: ¿Qué es el Tilt? Personalmente pienso que es una reacción química cerebral, similar a la reacción primitiva que ocurre cuando estamos en peligro, codificada en nuestro ADN, semejante a si estuviéramos siendo perseguidos en la jungla hace miles de años. En este caso, en lugar de ser perseguidos por algún animal salvaje, quienes están intentando cazarnos son los demás jugadores, procurando eliminarnos con otra golpiza.

El efecto de este instinto primitivo es enorme; la reacción química es intensa y entras en un estado mental muy diferente que cambia completamente la manera en la que juegas. La clave para evitar que esto suceda y entres en Tilt es la habilidad de dejar esta emoción de lado. Y en lugar de jugar en base a ese instinto primitivo, debes continuar jugando un póquer inteligente y razonado sin preocuparte en los resultados a corto plazo.

A fin de lograrlo, debes entrenarte y convencerte a tí mismo de que tanto perder como ganar en la mesa de póquer, por un corto período de tiempo, es exactamente lo mismo. Esto puede parecer ir en contra del instinto natural del juego al principio, porque su fin siempre es ganar. Pero debes aceptar el hecho de que no puedes ganar todas las manos y de que perder es parte del juego.

Observa cómo enfocas una situación de coin flip. Si estás ganando en el momento en que te enfrentas a una de estas situaciones, vas a ser más cauteloso porque no quieres arriesgarte a perder lo que has ganado (y posiblemente más aún). Pero si en cambio te enfrentas a la misma situación cuando estás perdiendo, probablemente te sientas más inclinado a tomar el riesgo y lanzarte por el coin flip porque quieres recuperar tu dinero. De cualquier modo, creo que ambos casos son perjudiciales para tu juego porque en cualquiera de las dos situaciones te estás preocupando más por el resultado a corto plazo en lugar de concentrarte en jugar un póquer sólido a largo plazo, y de esto último se trata cuando hablamos de un jugador ganador.

Cuando ganar o perder a corto plazo te resulta indiferente, no tienes que preocuparte de entrar en Tilt, simplemente porque estás concentrado en jugar buen póquer. Al fin y al cabo, eso es lo único que importa… jugar bien. Como jugadores de póquer, no podemos hacer otra cosa que jugar lo mejor posible y dejar que las cartas lleguen como deban llegar. Cuando ésta es la actitud que adoptas, tus resultados a largo plazo van a mejorar significativamente, sin importar a qué tipo de varianza te enfrentes a corto plazo.

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